LAS ISLAS AFORTUNADAS
El viajero, al regresar de las islas Canarias, se sumerge y se mece en las lecturas, disfruta de las ilustraciones de otros viajeros que un día inspiraron su viaje. Los paisajes, los barcos, las leyendas, las enfermedades, las pasiones, los sueños de otros despiertan su interés por evocar algunos de aquellos periplos.
En el siglo XVIII, Humboldt, en su viaje a Sudamérica, llegó a Santa Cruz de Tenerife el 19 de junio de 1799 y ascendió al pico Teide. Su estancia, de apenas una semana, le resultó muy grata: "Aquí hasta engordan los cerdos con albaricoques. Los caminos están llenos de camellos", escribió. Cuatro días después, a bordo del "Pizarro", levaba anclas rumbo al "Golfo de las Damas" ruta con la que los marinos denominaban a las tres mil millas de océano que distan entre la costa Canaria y la costa de América y que unos trescientos años antes Colón utilizó para legar por primera vez.
Francisco Javier Ferrero Calatayud
El viajero, al regresar de las islas Canarias, se sumerge y se mece en las lecturas, disfruta de las ilustraciones de otros viajeros que un día inspiraron su viaje. Los paisajes, los barcos, las leyendas, las enfermedades, las pasiones, los sueños de otros despiertan su interés por evocar algunos de aquellos periplos.
En el siglo XVIII, Humboldt, en su viaje a Sudamérica, llegó a Santa Cruz de Tenerife el 19 de junio de 1799 y ascendió al pico Teide. Su estancia, de apenas una semana, le resultó muy grata: "Aquí hasta engordan los cerdos con albaricoques. Los caminos están llenos de camellos", escribió. Cuatro días después, a bordo del "Pizarro", levaba anclas rumbo al "Golfo de las Damas" ruta con la que los marinos denominaban a las tres mil millas de océano que distan entre la costa Canaria y la costa de América y que unos trescientos años antes Colón utilizó para legar por primera vez.
Francisco Javier Ferrero Calatayud